jueves, 21 de junio de 2012

JUSTIFICACIÓN GLOGSTER

La obesidad en la población infantil y juvenil se ha convertido, en los últimos años, en un importante problema de salud pública por las dimensiones adquiridas y por su tendencia a aumentar. Está demostrado que lo más efectivo para combatir la obesidad en la población infantil son las acciones preventivas. Las estrategias para la prevención primaria se basan en promover patrones de alimentación saludable, practica de actividad física regular y reducción de actividades sedentarias.

Además los hábitos alimentarios saludables y la actividad física también son cruciales para prevenir en el adulto, la aparición de las enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación (enfermedades cardiovasculares, hipertensión, resistencia a la insulina, diabetes, cáncer, osteoporosis), y con el comportamiento alimentario (anorexia y obesidad), y en suma, mantener un estado óptimo de las funciones de los diferentes órganos, para un envejecimiento saludable. Estos hábitos si son adquiridos y mantenidos en los primeros años tenderán a mantenerse más fácilmente en la edad adulta.

La utilización de herramientas tecnológicas (como un glogster) para realizar intervenciones preventivas dirigidas a este colectivo pueden ser muy útiles, ya que son más atrayentes para los niños y jóvenes y se puede difundir mejor la información a través de las redes sociales, e-mail... Aunque es necesario combinarles con otro tipo de actividades que promocionen estos estilos de vida saludables, como las actividades deportivas y al aire libre, los desayunos saludables en las escuelas e institutos, talleres informativos en las escuelas de padres, etc.

Glogster prevención obesidad infantil

miércoles, 13 de junio de 2012

RESILIENTE

CONCEPTOS BÁSICOS DE EDUCACIÓN SOCIAL

LA RESILIENCIA
La resiliencia es un conjunto de atributos y habilidades innatas para afrontar adecuadamente situaciones adversas, como factores estresantes y situaciones riesgosas.

Algunas características de la Resiliencia:

Habilidad para enfrentar eficaz y adecuadamente situaciones adversas y eventos traumáticos, además del desarrollo el potencial de ajuste individual o del sistema.
Es dinámica, varía a lo largo del tiempo de acuerdo con las circunstancias. Con el desarrollo del individuo o del sistema y con la calidad de estímulos a los que están expuestos.
Para nutrirse y fortalecerse requiere del apoyo social y de la disponibilidad de recursos, oportunidades y alternativas de ajuste como factores protectores.
Si bien la resiliencia comprende una serie de características y habilidades de ajuste propias del individuo o sistema, por lo general se evidencia en situaciones adversas o de riesgo.

Adecuada autoestima y autoeficacia.
Mayor capacidad de enfrentar constructivamente la competencia y aprender de los propios errores.
Mejores y más eficaces estilos de afrontamiento .
Capacidad de recurrir al apoyo de los adultos cuando sea necesario.
Actitud orientada al futuro.
Optimismo y mayor tendencia a manifestar sentimientos de esperanza.
Mayor coeficiente intelectual.
Capacidad empática.
Accesibilidad y buen sentido del humor.


Estos rasgos y habilidades pueden verse reforzados por la influencia positiva del medio familiar y el apoyo de otros adultos significativos en la vida del niño. Según Loesel (1992) los niños resilientes suelen vivir en un clima educacional abierto y con límites claros; cuentan con modelos sociales que motivan el enfrentamiento constructivo, comparten responsabilidades sociales y se ven estimulados por la existencia de expectativas de logros realistas por parte de los adultos.

Ambientes que Favorecen la Resiliencia:

a) La presencia de adultos accesibles, responsables y atentos a las necesidades de niños y jóvenes. Pueden ser padres, tíos, abuelos, educadores u otras personas que muestren empatía, capacidad de escucha y actitud cálida. Además es importante que expresen su apoyo de manera que favorezca en los niños y jóvenes un sentimiento de seguridad y confianza en sí mismos .

b) La existencia de expectativas altas y apropiadas a su edad, comunicadas de manera consistente, con claridad y firmeza. que le proporcionan metas significativas, lo fortalezcan y promueven su autonomía, y le ofrezcan oportunidades de desarrollo.

c) La apertura de oportunidades de participación: los adultos protectores son modelo de competencia social en la solución de problemas, pudiendo proporcionar oportunidades para que los niños y adolescentes participen y en conjunto, aprendan de los errores y contribuyan al bienestar de los otros, como parte de un equipo solidario y participativo.

Greenspan (1996) enumera una serie de condiciones familiares que favorecen el desarrollo de la resiliencia en niños y jóvenes:

Dentro del sistema familiar: normas y reglas claras y respeto a las jerarquías.
Apoyo entre los miembros de la familia como costumbre
Estrategias familiares de afrontamiento y eficacia.
Práctica de un estilo de crianza, donde el adecuado uso del tiempo libre, la internalización de valores, al amor y el respeto enmarcan el estilo de vida de los hijos.
Expectativas positivas de los padres sobre el futuro de los hijos.
Responsabilidades compartidas en el hogar.
Apoyo de los padres en las actividades escolares de los hijos.
Oportunidades de desarrollo y responsabilidades extrafamiliares (voluntariado, trabajo, estudio, etc.).